Herman Hesse - Un sueño
UN SUEÑO
Salones que cruzamos con timidez,
un centenar de rostros que desconocemos….
Con lentitud, una tras otra,
las luces palidecen.
Allí cuando su brillo se hace gris
cuando se ciega con el atardecer,
un rostro me parece familiar,
la memoria del amor encuentra
conocidos los rostros
que antes fueron extraños.
Oigo nombres de padres,
hermanos, camaradas,
así como de héroes, de mujeres, poetas
que yo reverencié cuando muchacho.
Pero ninguno de ellos
me concede siquiera una mirada.
Como las llamas de una vela
se desvanecen en la nada
dejan en el entristecido corazón
sonidos de poemas olvidados,
oscuridad, lamentos
en torno de los días ya encauzados
en leyenda y en sueño
de una luz disfrutada alguna vez.
Herman Hesse
Leído en Escrito en la arena (Herman Hesse). Edición de Jenaro Talens. Colección Visor de Poesía, abril 2011, 3ª edición.
EIN TRAUM
Säle, bang zu durchwandern,
Hundert fremde Gesichter…
Langsam, eins nach dem andern,
Werden blasser die Lichter.
Da, wie ihr Schimmer ergraut
Und zu Dämmrung erblindet,
Scheint mir ein Antlitz vertraut,
Liebesgedächtnis findet
Eins um andre bekannt
Die zuvor fremde Gesichter.
Namen hör ich genannt:
Eltern, Geschwister, Gespielen,
Helden auch, Frauen und Dichter,
Die ich als Knabe verehrt.
Aber keines der vielen
Einen Blick mir gewährt.
Gleich den Flammen der Kerzen
Schwinden sie weg ins Nichts,
Lassen im trauernden Herzen
– Klänge vergeßnen Gedichts –
Dunkel zurück und Klage
Um die zu Traum und Sage
Eingedämmerten Tage
Einst genossenen Lichts.
21.9.1958
(Estatua de Hermann Hesse en Calw, Baden-Württemberg. Fotografía de kukulu21)
Salones que cruzamos con timidez,
un centenar de rostros que desconocemos….
Con lentitud, una tras otra,
las luces palidecen.
Allí cuando su brillo se hace gris
cuando se ciega con el atardecer,
un rostro me parece familiar,
la memoria del amor encuentra
conocidos los rostros
que antes fueron extraños.
Oigo nombres de padres,
hermanos, camaradas,
así como de héroes, de mujeres, poetas
que yo reverencié cuando muchacho.
Pero ninguno de ellos
me concede siquiera una mirada.
Como las llamas de una vela
se desvanecen en la nada
dejan en el entristecido corazón
sonidos de poemas olvidados,
oscuridad, lamentos
en torno de los días ya encauzados
en leyenda y en sueño
de una luz disfrutada alguna vez.
Herman Hesse
Leído en Escrito en la arena (Herman Hesse). Edición de Jenaro Talens. Colección Visor de Poesía, abril 2011, 3ª edición.
EIN TRAUM
Säle, bang zu durchwandern,
Hundert fremde Gesichter…
Langsam, eins nach dem andern,
Werden blasser die Lichter.
Da, wie ihr Schimmer ergraut
Und zu Dämmrung erblindet,
Scheint mir ein Antlitz vertraut,
Liebesgedächtnis findet
Eins um andre bekannt
Die zuvor fremde Gesichter.
Namen hör ich genannt:
Eltern, Geschwister, Gespielen,
Helden auch, Frauen und Dichter,
Die ich als Knabe verehrt.
Aber keines der vielen
Einen Blick mir gewährt.
Gleich den Flammen der Kerzen
Schwinden sie weg ins Nichts,
Lassen im trauernden Herzen
– Klänge vergeßnen Gedichts –
Dunkel zurück und Klage
Um die zu Traum und Sage
Eingedämmerten Tage
Einst genossenen Lichts.
21.9.1958
(Estatua de Hermann Hesse en Calw, Baden-Württemberg. Fotografía de kukulu21)